En agosto de 1977, en el transcurso de una conversación que tuve con el presidente de la Peña Francisco Caballero Villena, le expuse la conveniencia de crear un escudo para nuestra asociación, que sería usado tanto en los programas de actividades para los socios como en recibos de lotería de navidad, membretes de cartas, llaveros, alfileres metálicos de solapa, calendarios, etc. Le agradó la sugerencia y me encargó la tarea. Le advertí que, además, lo iba a diseñar de acuerdo con los principios y las reglas de la ciencia Heráldica, no solamente en cuanto a los colores, sino también a las proporciones y medidas.
Antes de ponerme manos a la obra le pregunté si tenía alguna idea general del diseño. Algo tenía claro, que el escudo no debía contener ningún elemento típicamente taurino, como cabeza de toro, chaquetilla, capote o montera. Debía ser algo nuevo, muy original, me dijo. Luego, Francisco Caballero añadió que podrían figurar las iniciales de la Peña, de tal manera que, a simple vista, sin mirar los detalles, fuese reconocido por todos como el símbolo de la Peña. Con esta indicación, me pareció oportuno adornar el escudo propiamente dicho con un par de banderillas y un estoque, para que al verlo de lejos nadie pudiera confundirlo con ningún otro, sería algo así como la silueta.
Teniendo en cuenta que el albero y el revés del capote de brega son de color amarillo y que la muleta es roja, estaba claro que debían ser éstos los colores predominantes en el escudo. El verde de las banderillas lo elegí por ser el color del almendro que figura en las armas municipales de nuestra ciudad.
Así pues, el escudo quedó organizado de esta manera:
El escudo propiamente dicho tiene forma rectangular, es cuadrilongo y redondeado por su parte inferior, en proporción de cinco por seis, de ancho y largo, respectivamente. Sobre fondo rojo, trae pintadas las letras mayúsculas P (de Peña), T (de Taurina), L (de Luis) y R (de Reina), superpuestas, de color blanco. Bordura amarilla, con la leyenda “Peña Taurina”, en el flanco derecho, “Luis Reina”, en la parte superior, y “Almendralejo”, en el flanco izquierdo, en letras mayúsculas, de color negro.
Ornamentos exteriores: lleva colocado detrás un estoque de matar, en el centro verticalmente con la punta hacia abajo, sin la funda, de color blanco, el mango rojo y el pomo amarillo; y dos banderillas, en aspa con las puntas hacia arriba, del color natural de la madera, los papeles verdes y los arpones de color negro.
La junta directiva, en septiembre de 1977, adoptó este escudo como signo distintivo de la Peña Taurina y sus socios
Por Juan GONZÁLEZ-NAVIA,
Socio nº 4 0
Antes de ponerme manos a la obra le pregunté si tenía alguna idea general del diseño. Algo tenía claro, que el escudo no debía contener ningún elemento típicamente taurino, como cabeza de toro, chaquetilla, capote o montera. Debía ser algo nuevo, muy original, me dijo. Luego, Francisco Caballero añadió que podrían figurar las iniciales de la Peña, de tal manera que, a simple vista, sin mirar los detalles, fuese reconocido por todos como el símbolo de la Peña. Con esta indicación, me pareció oportuno adornar el escudo propiamente dicho con un par de banderillas y un estoque, para que al verlo de lejos nadie pudiera confundirlo con ningún otro, sería algo así como la silueta.
Teniendo en cuenta que el albero y el revés del capote de brega son de color amarillo y que la muleta es roja, estaba claro que debían ser éstos los colores predominantes en el escudo. El verde de las banderillas lo elegí por ser el color del almendro que figura en las armas municipales de nuestra ciudad.
Así pues, el escudo quedó organizado de esta manera:
El escudo propiamente dicho tiene forma rectangular, es cuadrilongo y redondeado por su parte inferior, en proporción de cinco por seis, de ancho y largo, respectivamente. Sobre fondo rojo, trae pintadas las letras mayúsculas P (de Peña), T (de Taurina), L (de Luis) y R (de Reina), superpuestas, de color blanco. Bordura amarilla, con la leyenda “Peña Taurina”, en el flanco derecho, “Luis Reina”, en la parte superior, y “Almendralejo”, en el flanco izquierdo, en letras mayúsculas, de color negro.
Ornamentos exteriores: lleva colocado detrás un estoque de matar, en el centro verticalmente con la punta hacia abajo, sin la funda, de color blanco, el mango rojo y el pomo amarillo; y dos banderillas, en aspa con las puntas hacia arriba, del color natural de la madera, los papeles verdes y los arpones de color negro.
La junta directiva, en septiembre de 1977, adoptó este escudo como signo distintivo de la Peña Taurina y sus socios
Por Juan GONZÁLEZ-NAVIA,
Socio nº 4 0
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